10 años de 'Qué vida más triste', series buenas inesperadas, crítica de 'A Very English Scandal' y la habitual dosis de artículos, noticias y mucho más
La cadena, que había nacido dos años antes y aún intentaba encontrar su lugar en el mundo de la televisión en abierto, aceptó encantada continuar con el formato de Qué Vida Más Triste, pero con más equipo, más presupuesto (superar cero euros era fácil, por otro lado) y un equipo de guionistas. Una serie con todas las de la ley, que encajaba, en 22 minutos, entre dos y cinco cápsulas de poca duración. La primera temporada fue un éxito, con más de un millón de espectadores, y lanzó los “Flipa, flipa”,“Toma, toma”, “Pepitas de oro” y “Al Josebas, que no le da” a la calle.
El relanzamiento en Estados Unidos de Spike TV con su nuevo nombre de Paramount Network concidió con el estreno de Waco, y va a ser su filial en España la que se encargue de traer la miniserie a nuestro país. El 3 de diciembre, a las 22:15, podremos ver la recreación ficcionada de uno de los sucesos que más impactaron a la sociedad estadounidense a principios de los 90.
La ciencia-ficción distópica siempre ha sido territorio tabú en las series de televisión españolas, ya sea por su presupuesto o por su temática. Pero ahora, Atresmedia Televisión abre la veda y anuncia la preproducción de La Valla, una serie que se empezará a rodar en enero de 2019 y que transcurre en una época con poca tecnología y en la que sobrevivir es la clave para sus protagonistas.
En el proceso descubrimos que cada vez es más difícil predecir cuál es la serie que va a llamar más la atención del espectador, ya no para que se anime a darle una oportunidad, sino para que decida verla entera y luego compartirlo a los cuatro vientos; ese manido hacer ruido del que siempre hablamos. Si hubiera una fórmula secreta todas las series serían un éxito.
De la tercera temporada de Daredevil a una nueva entrega de Call of Duty.
A Very English Scandal es una miniserie de BBC de difícil clasificación. Si uno alude a los hechos con asepsia, nos encontramos con una historia cruel, procaz y desgarradora, donde en la Inglaterra de los sesenta la homosexualidad era considerada un delito; también es una historia de desamor y promesas incumplidas, de abandono y desprecio; la supervivencia de los dos protagonistas principales nos es mostrada sin ambages (cada cual en su contexto, pero trágicas ambas), aderezado con una conspiración por asesinato.
Aunque siempre se supo de la existencia de este grupo de trabajo, hace solo unos años que se desclasificaron los documentos que acumularon durante dos décadas en los que se recogían 12.000 casos reportados de los cuales 700 aún no tienen una explicación terrestre y lógica. De esos datos nace la premisa de la serie de Zemeckis que se apoya en uno de los científicos que participó en el proyecto y acabó siendo el padre de la ufología, J. Allen Hynek, al que da vida Aidan Gillen, en su primer protagonista televisivo absoluto después de algunos secundarios de lujo (Juego de tronos, Peaky Blinders, The Wire).
It’s been nearly three years since Netflix’s Making a Murderer brought international attention to Manitowoc County, Wisconsin, and had just about everyone talking about whether Steven Avery and his teenage nephew, Brendan Dassey, had been framed for the 2005 murder of Teresa Halbach.