Las subvenciones del cine: Revisitando "Los Cristales Rotos del Cine Español"
Han pasado más de diez años desde que escribí sobre el mito de que el cine devuelve más de lo que recibe, y todo sigue igual. Pero es que Frederic Bastiat lo hizo hace ya más de 160 años...
Once more unto the breach, dear friends, once more
Llevo semanas queriendo escribir sobre cine y subvenciones, tantas como han pasado desde la ceremonia de los Goya. Pero la actualidad ha mandado, y ha tenido que ser ahora, después de que termine la temporada de premios con los Óscars1 cuando me he podido poner con ello.
Supongo que a estas alturas no queda nadie de quien me lee que no haya escuchado el discurso de Pedro Almodóvar antes de entregar a J.A. Bayona el premio a mejor película por La Sociedad de la Nieve, la película producida y pagada por Netflix, pero por si caso, lo tenéis arriba para verlo (con el audio limpiado de aplausos con IA) y aquí tenéis la transcripción generada por esa misma Inteligencia Artificial:
Hola, buenas noches. Sigourney Weaver nos ha descrito muy bien a las personas que trabajamos en esta profesión. Ha dicho que los que trabajamos en el cine no podemos ser débiles de corazón. I'm talking about you, Sigourney. Y con la fortaleza de corazón que en este momento siento...En una noche de premios y reivindicaciones me vais a permitir que haga una reivindicación más. Y esta reivindicación es a favor del cine español. Hace no muchas horas un político que está presente en esta sala ha hablado de nosotros como de los señoritos que recogen las subvenciones. Les está hablando uno de estos señoritos que recogemos las subvenciones para después hacer películas muy malas que no interesan a nadie. Bien, pues yo a este hombre le voy a decir lo obvio y es que el dinero que los cineastas recibimos como anticipo lo devolvemos con creces al Estado. Pero oigan, está bien, a través de nuestros impuestos y de la seguridad social. Y por supuesto, podía estar toda una noche más, pero son tres horas y media la que llevamos de ceremonia. Y además de crear miles de puestos de trabajo. Y ahora Penélope, sí voy a darte el gusto de leer la película ganadora de este año.
Yo me enteré de lo que había dicho a primera hora de la mañana siguiente, y a mi cabeza directamente vinieron os cosas: en primer lugar, el Once more unto the breach, dear friends, once more del Enrique V de Shakespeare, que prefiero a su versión moderna que sin duda es mucho más conocida del meme del Grand Theft Auto: San Andreas.
La otra es que de esto ya había escrito hace un tiempo, en una encarnación anterior de estos artículos dominicales, en un artículo que llamé “Los Cristales Rotos del Cine Español”, como respuesta a un tuit que se hio viral sobre el mismo tema… de J.A. Bayona.
All of this has happened before. All of this will happen again
Toda mi vida he hecho la broma que, habiendo nacido el siete de julio de mil novecientos setenta y ocho, soy una persona que sistemáticamente llega un año tarde a todo desde que mi madre me alumbró. Y sí es posible que para algunas cosas sea así, pero también hay muchas otras en las que sé que he llegado antes.
En este caso, lo que me suele ocurrir es que al tiempo abandono la idea2, y en ocasiones la retomo años después. Así me pasó con mi programa diario de noticias del mundo audiovisual3, con mi idea de montar un Festival de Series, que me llevaba rondando en la cabeza desde como mínimo el 2015 cuando fui a Sitges, antes de que en 2020 hiciéramos la primera edición de Series Nostrum y también me ha pasado con estos artículos semanales más o menos personales, en los que tratar de combinar mi conocimiento del mundo audiovisual con mi inusual formación matemática y económica, tratando de insuflarles un poquito de humor, ironía y sarcasmo que todos los que me conocéis sabéis que me viene de serie.
Y después de este preámbulo, anem per feina que diríamos en Levante. Vamos a revisitar juntos Los Cristales Rotos del Cine Español. Pare ellos os voy a dejar el texto exactamente igual -con la excepción de un par de erratas que he corregido- que cuando lo escribí ¡el 14 de Octubre de 2014!, y voy a ir haciendo mis comentarios de 2024 en las notas al pie de página, empezando por el título4.
Los Cristales Rotos del Cine Español
Rafael Latorre analiza en su artículo en Zoom News los que considera los cinco “Mitos y leyendas de las subvenciones y ayudas públicas al cine español”5. Me parece un buen artículo, detallado e informativo, del que discrepo en alguna que otra cosa. Y luego está el Mito 2:
Mito 2. El cine es un pozo sin fondo
En 2009 varios medios de comunicación se apresuraron a publicar el siguiente titular: “Las subvenciones al cine español superan ya la recaudación en taquilla”. Eso significaba, según algunos líderes de opinión, que lo que el Estado estaba haciendo no era una inversión sino caridad. No es cierto. El cine es una industria, con mejor o peor salud, pero una industria. Fuentes del sector aseguran que de cada euro invertido en cine se produce para el Estado un retorno de tres euros.
A uno, que es normal escéptico, le escama que el artículo no cite ningún estudio / informe / cuenta de la vieja en el que basar que “de cada euro invertido en cine se produce para el Estado un retorno de tres euros”, y que todo el peso del argumento (ojo, que es con lo único que JA Bayona entre otros se queda de todo el artículo) reside en que es lo que le transmiten “fuentes del sector”. Pero mejor aún es el siguiente párrafo:
El rodaje de una película genera una actividad ecónomica de la que se benefician otras empresas y el propio Estado mediante impuestos. Las ayudas directas suponen como máximo un tercio del coste de una película. Es cierto que una película puede llegar a recaudar menos dinero que el aportado por una subvención. Pero el rodaje y comercialización de dicha película ha generado una actividad económica de la que se benefician otras empresas (desde seguros hasta alquiler de grúas pasando por hoteles y transporte) y el propio Estado mediante impuestos.
Así que nos habíamos quedado cortos: no sólo la subvención beneficia al Estado, permitiéndole recaudar ni nada más ni nada menos que tres euros por cada euro en forma de impuestos según las “fuentes del sector”, sino que al mismo tiempo genera “una actividad económica de la que se benefician otras empresas”. Donde había uno, ya no sólo hay tres: hay mucho más. Hete aquí que tenemos el milagro de los panes y los peces entre nosotros, y aquí estábamos, con 6 millones de parados y sin enterarnos…6
Desgraciadamente, la idea de que la subvención crea milagrosamente tres veces más dinero es una falacia. Más aún, es una antigua falacia, que fue refutada hace más de 150 años por Frédéric Bastiat en su genial “Lo que se ve y lo que no se ve”.7
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