Los mejores pilotos de la historia, lo nuevo de David Simon en HBO, el feminismo de 'Jamestown' y nuestra habitual de noticias, artículos y mucho más
David Simon tiene ya nuevo proyecto en HBO para cuando finalice The Deuce la próxima temporada. Se trata de la adaptación, en formato de miniserie, de La conjura contra América, una de las novelas más conocidas de Philip Roth. Simon colaborará de nuevo con Ed Burns y la productora Nina Noble, con las que ya ha puesto en pie enteriormente The Wire, Treme o Show me a hero.
En la moda actual de series postapocalípticas hay una que se adelantó ligeramente a los fines del mundo y las sociedades distópicas, The Last Ship. La serie de TNT arrancó en el verano de 2014 con un barco de la Marina estadounidense asistiendo a lo que parece un evento catastrófico de dimensiones inimaginables. Un virus se ha extendido por todo el mundo a gran velocidad y ha diezmado al 80% de la población, y la tripulación del USS Nathan James es la única que se libra.
Jamestown, territorio de Virginia, siglo XVII. Al primer asentamiento permanente de Inglaterra en Norteamérica llegan tres mujeres que buscan allí una nueva vida, pero que también van a ser las únicas en una colonia en la que, hasta ese momento, sólo ha habido hombres. Con ese punto de partida arranca Jamestown, serie de época británica que en España estrenará COSMO el próximo 13 de noviembre.
TNT trae a España en exclusiva FBI, la nueva producción del veterano showrunner Dick Wolf, el creador de series de éxito como Ley y Orden y la franquicia Chicago. Una serie trepidante basada en las investigaciones y en el día a día de actuación de los agentes del FBI de Nueva York, donde se investigan los casos más peligrosos y complejos. Los agentes Maggie Bell y Omar Adom “OA” Zidan deben enfrentarse a amenazas de terrorismo, espionaje y crimen organizado que ponen en jaque la vida de la Gran Manzana y de todos los Estados Unidos.
No te pierdas el estreno de FBI el jueves 8 de noviembre, a las 22:15h, en TNT. Y disponible en vídeo bajo demanda justo después de la emisión.
Soltar una frase soez como que Ava Gardner tenía "cojones", dicha la palabra en castellano en una frase en inglés, y seguir mostrándose elegante y encantadora parece algo solo al alcance de alguna gran estrella de Hollywood, como lo era la propia Gardner. Pero dicho por Debi Mazar también funciona. La actriz estadounidense (Nueva York, 54 años) interpreta en la serie española Arde Madrid a Gardner.
Hay dos escenas de “Nuestra Finca” (2.9.) que, sin exprimir el espoiler, encapsulan la atracción e incomodidad de Narcos. La primera de ellas, tan metafórica como improbable, nos muestra al antihéroe cansado, vencido, acorralado; en esa encrucijada, hasta la sangre de su sangre le escupe en la cara, con olor a establo: “Es gracioso que no te guste la sangre”. La segunda escena, tan agria como el personaje que la protagoniza, es salvaje hasta lo insoportable: un asesinato de uno de los pocos personajes “puros” de Narcos… que se lleva a cabo delante de un niño.
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What followed wasn’t a perfect season. Even at its peak, Sunny produced at least one or two duds a year, an inevitable byproduct of trying to look at so many hot-button issues through the eyes of five dumb sociopaths. But it was more consistently funny than any show in its 13th year has any business being. And a few installments — like “Time’s Up for the Gang,” where the team from Paddy’s has to attend an anti-harassment seminar, or “The Gang Solves the Bathroom Problem,” where a trip to a Jimmy Buffett concert is delayed as the Gang tries to sort out who can use which of the bar’s bathrooms depending on gender and sexual identification — were as sharp as the series has ever been.
For its first two seasons, The Good Place regularly achieved the impossible. Like the similarly sunny Jane the Virgin, the NBC sitcom tells a dense, warp-speed story that’s both concealed by and a key part of its effervescent mood. From concept to pacing, Michael Schur’s Parks and Recreation follow-up operates at an almost absurd, and indeed slightly absurdist, degree of difficulty.