Y cuando despertó... YouTube seguía allí (Primera Parte)
Un breve repaso a la historia de la principal compañía de streaming del mundo antes de ir la semana que viene con una predicción del papel que puede jugar en este 2024
Y es que, una vez cautivas y desarmadas las plataformas de streaming, la nueva batalla de Netflix no es por suscriptores, sino por los espectadores -lo que los americanos llaman eyeballs- y su atención, y sus enemigos, Tiktok, Twitch y sobretodo, YouTube. Pero de esto ya hablaremos la semana que viene…
Así terminaba mi artículo sobre la estrategia de Netflix el pasado 4 de Febrero. Y de verdad que ese era mi propósito cuando terminé de escribirlo. Peeeeeeero1…. durante tres semanas consecutivas la actualidad ha mandado, primero con la nueva estrategia de Disney, después con el fallecimiento del fundador de Cinema Score y por último con mi necesidad imperiosa de contar mi experiencia probando las Vision Pro.
Pero todo llega, y sí, hoy vamos a hablar del gran olvidado cuando comentamos el mundo del streaming, YouTube. Y lo voy a hacer en dos partes: hoy repasaremos la historia de la compañía y la estrategia ganadora que estableció Google tras comprarla, y la semana que viene analizaré porqué su historia la convierte en la plataforma mejor posicionada en el nuevo capítulo de las Guerras del Streaming en el que la publicidad va a ser fundamental.
2005: El origen de YouTube
Ha querido el destino que finalmente haga el artículo el día antes de que explique a mis alumnos del Doble Grado de Periodismo y Comunicación Audiovisual de la UMH el origen de la compañía, así que si me pongo muy académico en esta parte, os ruego me disculpéis por adelantado.
Posiblemente sorprenda a los más jóvenes de vosotros saber que YouTube originalmente no fue una creación de Google. La compañía fue fundada en febrero de 2005 por tres antiguos empleados de Paypal, Jawed Karim, Steve Chen y Chad Hurley, en San Mateo (California), que se habían marchado de la compañía (con mucho dinero más del que tenían cuando entraron) tras la venta a eBay en 2002 por mil quinientos millones de dólares2.
El mito fundacional de la compañía durante mucho tiempo fue que la idea se les ocurrió “ante las dificultades que experimentaron al tratar de compartir vídeos tomados durante una fiesta en San Francisco”. A lo largo del tiempo, los protagonistas han dado varias versiones diferentes, pero sea como sea, lo que seguro es cierto es que apenas dos meses después de constituir la sociedad, en abril de 2005, Karim subió el primer video de la plataforma, Me at the Zoo
En Mayo se abrió el portal en Beta y el 15 de diciembre de 2005, se lanzó oficialmente YouTube.com con unas limitaciones para los creadores que a día de hoy nos parecen antediluvianas: los videos no podían pesar más de 100 megabytes, lo que los limitaba a aproximadamente 30 segundos de duración
2006: Morir (casi) de éxito
Aún con estas limitaciones, la apuesta desde el inicio de ofrecer alojamiento gratuito3 permitió a la plataforma cobrar popularidad de una forma inmediata, no porque sus usuarios empezaran a subir sus grabaciones caseras sino porque la misma semana de su lanzamiento, Saturday Night Live emitió un gag de The Lonely Island llamado Lazy Sunday que un usuario subió a la plataforma, y después otro, y después otro… convirtiéndose en el primer video viral.
Inmediatamente, YouTube se llenó de cortes de producciones audiovisuales que sus usuarios tenían grabados en VHS, CD o DVD y, sobretodo, trozos de late nights y otros programas de televisión y empezó a crecer de forma vertiginosa. En julio de 2006, la compañía anunció que se estaban subiendo todos los días 65.000 videos, que tenía 100 millones de usuarios diarios y que estaba sirviendo ni más ni menos que el 60% de todos los videos en internet.
Sólo había un problema. Bueno, mejor dicho, dos:
El primero es que esta explosión en el uso venía acompañada de un aumento correlativo de los costes de los servidores… y los ingresos eran 0. A la compañía la estaba salvando morir de éxito el levantar dinero constantemente gracias a inversores como Sequoia Capital o Artis Capital Management, pero hacía fata tener un modelo de negocia ya.
El segundo, que los propietarios de derechos de los videos que estaban dando la popularidad a la plataforma no querían pasar por la experiencia de la industria musical con Napster, y tan pronto como en febrero de 2006 ya estaban exigiendo que se retirasen los contenidos que controlaban y amenazaban con una ofensiva legal en toda regla.
Sus creadores empezaron a solucionar el segundo de los problemas cuando en junio alcanzaron un acuerdo con la NBC para gestionar conjuntamente marketing y publicidad. Y la solución a sus problemas de dinero llegaría el nueve de octubre de 2006, con el anuncio de la venta a Google por la entonces mareante cifra de 1.650 millones de dólares4, una venta que se cerraría el siguiente mes de noviembre.
2007: Google a los mandos
Todos los medios se hicieron eco de la adquisición, y hubo casi unanimidad en cómo se trató la noticia: la compra era una locura5. No tenía ningún sentido pagar esa barbaridad de dinero por una empresa:
sin modelo de negocio;
que quemaba dinero todos los días sin tener ninguna perspectiva de tener ingresos;
cuyo éxito le abocaba a gastar más y más;
y que tenía un frente legal muy complicado: los propietarios de los videos que estaban permitiéndole crecer a ese ritmo le obligaban a eliminarlos inmediatamente y, aún así, los rumores de una demanda que lograse impedir directamente la propia subida de los mismos eran cada vez más frecuentes.
Esto era lo que había comprado Google, y la estrategia que puso en práctica en pocos meses es uno de los mejores ejemplos del hacer de la necesidad virtud que jamás he visto…
Lo primero que hace la compañía es decir que aquí se han acabado las tonterías, y que el modelo de negocio está clarísimo: los videos van a tener anuncios, que de esto sabemos un rato. De una tacada, arreglaban (o esperaban arreglar en un futuro) los tres primeros problemas.
Pero, ¿qué iban a hacer con el cuarto? ¿Cómo convencer a los tenedores de derechos que no les demandasen ni les obligasen a retirar sus videos de la plataforma? Pues de la única manera que era posible: con dinero. Haciéndoles una oferta que no podían rechazar.
Enter Content ID
La cosa tuvo que ser más o menos así. La gente de Google llegaba a las reuniones con la CBS, o con Paramount, o con una compañía discográfica (los videos musicales eran otros de los contenidos que más populares se habían mostrado en la plataforma) y, después de mostrarles los números globales de usuarios, de visionados diarios, del constante crecimiento de los videos que se cargaban en la plataforma. A continuación, les mostrarían datos específicos de ellos, para mostrarles lo mucho que que gustaban sus videos en YouTube. Y entonces les enseñarían una versión anterior del video que tenéis arriba y les explicarían su idea:
Mirad, aquí podemos hacer dos cosas. Podemos seguir jugando al wack-a-mole y tratar de eliminar los videos conforme los detectéis, para que a los minutos haya otra versión subida, a la vez que amenazáis con demandarnos y acabamos en los tribunales y gastándonos todos mucho dinero o….
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